BIOÉTICA Y DERECHO EN SANCTI-SPIRITUS

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viernes, 25 de abril de 2008

RETOS DE LA GLOBALIZACIÓN CULTURAL PARA AMÉRICA LATINA. PAUTAS MARTIANAS PARA ENFRENTARLOS

Artículo publicado en: Lumieira, Revista Galega de Pastoral, Xaneiro-Xuño 2007, Vol. XXII, Nº 60, pp. 99-113.


MSc. Jesús Armando Martínez Gómez
Diplomado en Bioética.


RESUMEN.- En el trabajo se analiza la globalización cultural actual, se definen su carácter, impacto y retos para los países de América Latina y se establecen pautas para enfrentar estos retos a partir de planteamientos hechos por José Martí, que siguen teniendo vigencia para orientar la defensa de la identidad cultural de estos países.

ABSTRACT.- In the work the current cultural globalization is analyzed, its character, impact and challenges for the countries of Latin America are defined, and settle down steps atarting from José Marti's positions to face these challenges, which continue having validity to guide the defense of the cultural identity of these countries.



El siglo XXI llegó lleno de retos que nos obligan a sentar definiciones. La anterior centuria dotó como ninguna el poder del hombre que se levantó como señor absoluto y dominador del del planeta, llegando hasta el punto de tener en sus manos la posibilidad de decidir sobre el futuro de la vida en la tierra. La utilización irracional de ese poder ha llevado a la toma de conciencia de la necesidad de la cooperación y del diálogo entre la racionalidad científica y la racionalidad axiológica.

Una de las barreras más importantes a es diálogo la opone hoy la cultura del tener , que está amenazando los cimientos más profundos de la ética. Esa cultura, con un mensaje profundamente egoísta, se ha venido imponiendo mediante el poder de los medios por quienes tienen interés en conservarla. Es difícil combatirla y enfrentarla porque se ha camuflado bien: viene vestida con el ropaje de la libertad. Y es cierto que con la libertad crece moralmente el hombre y que las sociedades deben crear condiciones para el despliegue de las potencialidades que se dan en la individualidad humana, pero lo que no tiene justificación es potenciar el egoísmo.

Sin mínimos de justicia social, hablar de libertades al margen de la realidad socioeconómica concreta es potenciar la desigualdad, el vale todo, la ley de la selva o, en otras palabras, garantizar a los que tienen el poder económico y político los elementos jurídicos necesarios para seguir imponiendo el modo de vida sobre el que se levantó el proceso de civilización moderno: el de la explotación del hombre por el hombre.

Con la "nueva" propuesta cultural del liberalismo lo que se persigue es seguir defendiendo ese modo de vida en nuestros pueblos de América, haciendo los reajustes necesarios para su readaptación a las nuevas condiciones históricas. De manera que nos encontramos ante la necesidad de adoptar una importante definición en materia sociocultural: seguir viviendo a la antigua o resolvernos a hacerlo de un modo diferente. Y ese es un tipo de definición que hoy urge dada la fuerza con que se ha tratado de imponer en el mundo la globalización neoliberal.


Globalización y cultura

La globalización es consecuencia directa de la universalización de la actividad humana. El trabajo del hombre deviene universal como actividad desarrollada conforme a fines sobre la base del instrumento, que es capaz de suplir las limitaciones naturales de la corporeidad humana; haciéndola acta para modelar todas las formas conocidas de actividad animal y trascenderlas, tanto en extensión como en profundidad. Con el trabajo, la humanidad dio un salto gigantesco hacia el dominio de la naturaleza y con él, hacia la conquista del universo.

Pero la globalización obtenida no puede verse sólo en abstracto, como tampoco puede hacerse con el género humano, pues la vida social -propia del hombre- es heterogénea, sustantivándose en clases y grupos sociales que, en un determinado momento, logran también sustantivar la universalización de la actividad humana. Han existido diversas formas de globalización. La de nuestros días, basada en los enormes adelantos de la ciencia y la técnica, sobre todo de las ciencias de la informática y de los poderosos medios de comunicación, ha devenido instrumento de imposición de los grupos de poder internacional o, más exactamente, más que globalización de la economía, la política, la ideología y la cultura; lo que está sucediendo es la imposición de la economía, la política, la ideología y la cultura de los países dearrollados al resto del mundo. En este contexto, la dominación cultural deviene instrumento para las demás formas de dominación.

Los pueblos conquistadores trataron históricamente de someter culturalmente a los conquistados; por lo que la dominación cultural fue un recurso indispensable para la preservación de sus conquistas. Sin comprender este fenómeno no se podría explicar en toda la profundidad que merece la colonización del continente americano por los conquistadores europeos. Los conquistadores hicieron acompañar el genocidio físico, practicado en gran escala, con el genocidio cultural, que, aunque no excluyó al primero; "permitió la supervivencia de los hombres y las mujeres que debían trabajar para el nuevo amo y con ellos la de los rudimentos culturales imprescindibles para la subsistencia de conquistadores y conquistados" (1). Los instrumentos fundamentales de la imposición cultural o deculturación fueron fundamentalmente dos: el idioma (español, portugués o inglés) y la religión (católica), desconocidos para las víctimas y ante los cuales se defendieron tratando de conservar sus tradiciones culturales a través de un largo período de tiempo en el que aparecería el fenómeno de la transculturación (2); el cual definió y nos ayudó a comprender Fernando Ortiz:
Entendemos que el vocablo transculturación expresa mejor las diferentes fases del proceso
transitivo de una cultura a otra, porque este no consiste solamente en adquirir una distinta
cultura, que es lo que en rigor indica la voz anglo-americana aculturación; sino que el proceso
implica también necesariamente la pérdida o desarraigo de una cultura precedente, lo que
pudiera decirse una parcial deculturación y además significa la consiguiente creación de nuevos
fenómenos culturales, que pudieran denominarse de neoculturación. Al fin, como bien sostiene
la escuela de Malinovski, en todo abrazo de culturas sucede lo que en la cópula genética de los
individuos: la criatura siempre tiene algo de ambos progenitores, pero también siempre es
distinta de cada uno de los dos. En conjunto, el proceso es una transculturación y este vocablo
comprende todas las fases de su parábola (3).

Continuará próximamente...


REFERENCIAS.-
(1) Fernández Biosca, R. (2000). "Violencia cultural vs. cultura de resistencia", en: Honda, Revista de la Sociedad Cultural José Martí, 1 (2):7.

(2) Cf. Ibídem.

(3) Ortiz, F. (1963); Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, Universidad Central de Las Villas: Ed. Dirección de Publicaciones, en: Ibídem, pp. 7-8.



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